RESEÑA: KILL LA KILL

Haciendo un punto y aparte en el especial de Evangelion, me iré con otra de las series que tengo en mi lista de “urgentes” desde hace un tiempo. Estoy hablando de una serie que explotó en popularidad en su temporada en 2013 y hasta ahora es de los animes actuales con más renombre. Kill la Kill.

Kill la Kill es una serie de televisión producida por el estudio Trigger, siendo la primera de este estudio. Dirigida por Hiroyuki Imaishi y escrita por Kazuki Nakashima cuenta con 24 episodios + un OVA.

Sinopsis: La historia se desarrolla en un instituto (Academia Honnoji) donde los estudiantes tienen uniformes (uniformes goku) que les dan diferentes poderes y habilidades. La presidenta del consejo estudiantil Satsuki Kiryūin impone las reglas por la fuerza. Sin embargo, una estudiante de intercambio llamada Ryuko Matoi se la encuentra en su camino, empuñando una espada de tijera y un uniforme escolar viviente, mientras lucha por saber la verdad de quien es el asesino de su padre.

Ya que estamos hablando de Kill la Kill, de los creadores de las mismas maravillas bizarras conocidas como FLCL, Panty & Stocking e incluso la obra maestra que es Gurren Lagann, me pareció de lo más normal que este anime haya ganado una popularidad considerable incluso ante de haber sido estrenada, ya que los trailers básicamente prometían la misma emoción que entregó Tengen Toppa Gurren Lagann: entretenimiento en su máxima expresión sin una trama complicada y para nada profunda.

Por supuesto, Kill la Kill no le llegaría a los talones a una de mis series mecha favoritas, pero seguiría esta misma fórmula culpable de su éxito descomunal.

La historia es de lo más simple, algo completamente plano sin ninguna pretensión de acabar con algún plot twist que sorprenda al espectador. Aun así, la manera en que la ejecutan de una manera tan energética, hace que sea imposible aburrirte ya sea por la acción exagerada y las carcajadas que nos da en sus momentos más estelares.

Sí, sin dudas hay momentos en que esta falta de argumento real hace que se debilite, sobre todo en algún momento a mediados de la serie. Pero luego de esto vuelve a renacer totalmente recargado gracias a diferentes factores, entre ellos podría mencionar la aparición de la verdadera antagonista.

Los personajes pues al igual que la supuesta “historia” son completamente planos y sin trasfondo alguno. Pero a lo largo de la serie no pierden ni una pizca de carisma que los caracteriza y esto los hace de lo más propicios para convertirse en los instrumentos que nos cuenten este anime lleno de locura multiplicada por mil. Sí, habrá uno que otro que resulta ser débil por su falta de profundidad (por ejemplo, Ryuuko al principio), pero otros brillan cada momento que les toca, como lo son Satsuki, Gamagoori y la que se lleva  el show mil y un veces, Mako.

Kill la Kill no es una serie para todas las personas, eso se entiende completamente (no creo que a todos les encante sentarse a ver 24 minutos de peleas sin sentido) pero cumple por mucho su propósito de ENTRETENER, hacer reír y recordar de que a veces una serie no necesita tener juegos mentales ni trasfondos filosóficos para ser buena.

NOTA: 7.5/10

Al ser el primer GRAN trabajo de un estudio relativamente pequeño, Trigger no contó con el presupuesto necesario para traernos una obra maestra. Sin embargo, logran apañárselas sorprendemente bien.  

El arte, dígase el diseño de personajes, fondos y demás en Kill la Kill tiene su propio estilo. Uno que nos recuerda a series de más de una época de antigüedad pero que encaja en el contexto y combina de cierta manera con la historia que nos expone. Especialmente en el trabajo que hicieron con los personajes, estoy muy satisfecha.

Por otro lado, ya en el apartado de animación y aspectos de éste como movimiento y fluidez en los cuerpos o las batallas, se puede notar la cierta baja de calidad dando como resultado en algunas escenas una debilidad que se nota a simple vista. Aun así, Trigger nunca pasó la línea de lo ambicioso queriéndonos demostrar su valía como estudio de animación, sino que lo supo usar de manera inteligente y con la misma energía que se nos presenta el argumento, a pesar de no tener la mejor animación, utilizan todos sus recursos para traernos excelentes secuencias de batalla y efectos visuales que logran destacar a su manera.  

NOTA: 7.5/10

Este es el punto en donde la serie se destaca al máximo.

En materia de openings tenemos a dos muy movidos y enérgicos como lo son “Sirius” de Aoi Eir y “Ambiguous” de GARNiDELiA, temas pegajosos no perfectos pero que me han dejado el ritmo pegado, sobre todo el segundo que resulta mi favorito. Su primer ending “Gomen ne, Iiko ja Irarenai” es excelente mientras que el segundo “Shinsekai Koukyougaku”  es mucho más calmado, decente, pero no me ha agradado demasiado.

Hiroyuki Sawano es de esos compositores que puedo identificar al instante, por lo distintivo y épico que resultan ser sus temas en cada uno de sus trabajos. Apenas había escuchado “Before My Body is Dry” en el primer episodio y como una epifanía ya sabía que quién era el responsable de dicha banda sonora. Todos los tracks usados en Kill la Kill, desde los temas por personaje (de aquí destaco el de Jakuzure por ser mi favorito) hasta el epiquísimo “Blumenkraz” abrazan las escenas tanto emotivas como de acción y la complementan excelentemente.

Ami Koshimizu (Ryuuko) y Aya Suzaki (Mako) cumplen sus papeles muy fielmente, pero si alguien se robó los momentos estelares tuvo que ser Ryouka Yuzuki en su rol de Satsuki. Otro seiyuu que hizo un papel digno de un aplauso tiene que ser Toshihiko Seki, el actor que le da vida a Senketsu.  

NOTA: 9/10

Como mencioné antes, Kill la Kill no es una serie para el disfrute de todo. Sin embargo, cualquiera que esté dispuesto a darle una oportunidad a un anime sin pretensiones que sólo quiere contar una historia fuera de los límites de la lógica y regalar risas, la disfrutará sin ninguna duda. No puedo llamarla “obra maestra” ni mucho menos, ya que no lo es, pero fue más que suficiente para ganarse la popularidad que se merece y ganarse un puesto en esas series que guardo con mucho cariño.

NOTA: 8/10